El Ateneo de Valencia: 80 años de una trayectoria impecable

Por Cora Páez Capriles de Topel 


No es un mito forjado en la imaginación de quienes amamos a Valencia y a su Ateneo referirse al valeroso espíritu ateneísta, cuando se trata de defender esta institución, fundada en la tercera década del s. XX, al  calor  de  los aires de libertad que comenzaron a respirarse en el país después de  la caída de la tiranía de Juan Vicente Gómez.  Posterior al de Caracas, se funda el de Valencia,  como  una señal inequívoca del cultivo de las facultades humanas y el alto grado de civilización prevaleciente en las personalidades impulsoras de este hermoso proyecto, digno de admirar por el carácter altruista que no busca favorecerse a sí mismo sino a las Bellas Artes en todas sus expresiones: plásticas, literarias, musicales, teatro, cine  y ciencia.

En el s. XIX hubo dos Ateneos en Carabobo, fundados el primero en el año 1843, en la calle Paz, hoy día Montes de Oca.  El segundo  se fundó 34 años después, en 1877.  Ninguno de los dos tuvo larga vida, por  las diversas circunstancias de esa agitada época nacional, pero en ambos se demostró el civismo y el deseo de promover la cultura de los valencianos.  El propósito de fundar estos centros culturales en nuestro estado permaneció  latente en algunos de nuestros más esclarecidos ciudadanos, estudiosos de la diosa griega  del pensamiento,  las artes, la ciencia y la industria, Atenea, que desde la antigua Grecia irradió la luz de la creación artística, cuya base encontró cobijo en estas fundaciones, para brindarle un espacio a los amantes de las Bellas Artes.  Repasando la historia antigua, leemos también que existió un escritor griego de nombre Ateneo, autor de “El Banquete de los Doctos”. Refiriéndonos al Ateneo actual,  destaco que arribar a los 80 años de actividad ininterrumpida en el tiempo, sorteando las dificultades en ese largo transitar, da fe de ese espíritu ateneísta que permanece vivo en el ánimo de sus actuales directivos, bajo la presidencia del ex rector de la Universidad de Carabobo, Elis Mercado Matute y la vice presidencia de Fabián Díaz Carabaño, hijo de la muy querida ex presidenta Chuchuíta Carabaño de Díaz, al igual que  los otros miembros que conforman el equipo promotor de esta  casa, en una etapa de la vida venezolana de muchas dificultades, que hay que sortear para salir adelante, fuera de la sede propia, sin recursos económicos, en un país y un estado dividido política e ideológicamente, pero con mucha fe y confianza en el porvenir para no despertar del sueño reparador, hasta verlo convertido en  la realidad anhelada de la reconstrucción nacional y con ella de la recuperación de la  muy querida institución valenciana. Es por ello que al  Ateneo hay que quererlo para sostenerlo y defenderlo de los embates de quienes pretenden acabarlo, porque no se trata sólo  de tener un lugar donde programar actividades culturales, sino de las sucesivas juntas directivas, amigos y afiliados que lo fueron levantando con los años,  ladrillo a ladrillo, desde un pequeño local en la calle Páez, donde se inició, hasta conseguir un terreno  en la Avenida Bolívar,  c/c  Salom,  luego de vender un lote  que había sido donado por la Sra. Melanie Branger, en la Urb. La Alegría, por estar muy distante del centro de la ciudad y otro situado en la calle La Paz, que fue donado por el Ejecutivo del Estado. 

Con el producto de la venta de los dos terrenos y con un sorteo de lotería, apoyado por el Concejo Municipal de Valencia, la emisión de bonos o cédulas hipotecarias para colocar entre los miembros y amigos de la institución, la apertura de una cuenta en un banco de la localidad para recabar las donaciones y otras contribuciones, se adquirió la propiedad, procediendo en breve tiempo a nombrar una comisión pro construcción del edificio y convocar luego un concurso entre los arquitectos para escoger a quien iba a llevar a cabo el proyecto, el cual ganó el Arq. José Manuel Galia.  El edificio fue inaugurado en el mes de Marzo de 1953,  para beneplácito del ideal compartido por quienes soñaron, colaboraron y aportaron para tan loable fin y para todos quienes en los años sucesivos disfrutamos de las magníficas veladas y altos culturales de toda índole, hasta la acción írrita  de la confiscación de las instalaciones, que si Dios quiere y también con el concurso de todos, recuperaremos para continuar impulsando la razón de ser de la institución ateneísta. La preocupación por continuar expandiendo las salas de exposición permanente y los depósitos para las obras de arte atesoradas con los años, ampliar y remodelar el auditorio “María Luisa Escobar”,  la Biblioteca, “ Enrique Tejera”, las oficinas administrativas, las salas para los talleres  y espacios adicionales para el gran número de actividades culturales que se presentaban, movió a la Junta Directiva presidida por Vitalia Muñoz de Chacín, en el período 1984-86 a conseguir los recursos que permitieran adelantar esas obras de infraestructura, que de antemano anteriores directivas  habían anticipado, al adquirir algunas propiedades anexas que le permitieran al Ateneo seguir creciendo. 

La visión de futuro de los ateneístas vio culminado sus esfuerzos al quedar inaugurada la ampliación del  edificio, con cuatro pisos adicionales, el 17 de Octubre de 1986,  bendecida por Monseñor Luis Eduardo Henríquez, quien agradeció a todos los que trabajaron y contribuyeron para concretar tan ambicioso proyecto.  Posteriormente, la gobernación de Carabobo a mediados de la década de 1990,  construyó e inauguró el  edificio colindante con la calle Urdaneta. Es fundamental recalcar que  estos logros se han podido conseguir gracias al esfuerzo conjunto de sus sucesivas directivas y miembros, pero gracias también el apoyo de los organismos públicos y privados, la Gobernación de Carabobo, el   Concejo Municipal, la Asamblea Legislativa, la Universidad de Carabobo, las Cámaras de Comercio e Industrias, las empresas establecidas en la zona, personalidades e instituciones comprometidas con la democracia y la libertad,  que han contribuido económica y voluntariamente al crecimiento de la institución, sin interferir  en sus estatutos ni en su carácter de ser una asociación civil, sin fines de lucro, de carácter privado y uso público. Todo esto fue posible hasta la bochornosa confiscación de la sede en el año 2007, por parte del denominado gobierno revolucionario, de tendencia totalitaria y centralista, mal llamado bolivariano al usurpar el derecho cívico, acción que nuestro Libertador nunca hubiese apoyado. Por lo que he podido leer de la historia de esta admirable institución, otras afrentas ha sufrido de parte de personas inescrupulosas y ha logrado levantarse de nuevo, de  las cuales copio en esta oportunidad un fragmento de la poetisa,  fundadora y primera presidenta del Ateneo de Valencia,  María Clemencia Camarán (+) al referirse a un atentado que al parecer se produjo a poco de cumplir 30 años de fundado: “Mas, como es de acero la estructura moral de este instituto, y como sus raíces son profundas, no podrán la envidia ni el rencor, ni el salvajismo impío, conmoverle las bases de fuerza y sol que le agarran a su cumbre.  No lo podrán porque en él hay vida de eternidad, en ámbito de águilas, en geografía de roca inconmovible y en ascensión”. Esa estructura  de acero  se ha fortalecido en los años infaustos de la usurpación de su propiedad —que llegó hasta el colmo de suplantarle el nombre para denominarlo “Museo de Arte de Valencia - MUVA”—, forzando el temple ateneísta a  traspasar las barreras de la  sede, para salir  a convocar a los pintores y escultores de todo el país a participar en los Salones Bienal  “Arturo Michelena”, en espacios alternos de la ciudad, el CEAS, de “El Carabobeño”, la Galería “Braulio Salazar” de la Universidad de Carabobo, el Gabinete del Dibujo y de la Estampa de Valencia, el Centro Cultural y Deportivo Don Bosco, cuyos respectivos directores los han ofrecido voluntariamente para apoyar a la máxima confrontación de las artes visuales,  animándose  el presidente  Elis Mercado,  acompañado de la Junta Directiva en pleno, a recorrer las estaciones habilitadas para exhibir las obras clasificadas por los jurados en cada uno de los salones, desde el 2008 hasta el 2016, el 64, 65, 66, 67 y el 68 Salón,  actualmente en preparación para ser presentado en el próximo mes de Octubre.  

Es el Ateneo itinerante, o en el exilio, como humorísticamente lo hemos denominado para mantener el ánimo en alto, anticipando el nuevo amanecer que comenzó a asomarse en el firmamento venezolano en el acto electoral del 6 de Diciembre del 2015. Es pertinente destacar que la edición Bienal 64 Salón,  en el 2008, fue dedicada a la Universidad de Carabobo con motivo de los 50 años de su reapertura,  como también los estrechos vínculos que desde los inicios del Michelena ha mantenido el Ateneo con esta casa de estudios carabobeña,  faro de luz de la instrucción, por lo que desde estas páginas saludamos a la Rectora Magnífica Profesora Jessy Divo de Romero y a las demás personalidades del claustro universitario,  por el incondicional  apoyo que en todo momento le han brindado al Ateneo de Valencia. En esta oportunidad, es preciso destacar también el respaldo que en estos aciagos años de revolución  le han dado los gobernantes democráticos a los artistas premiados en los salones de estos últimos tres lustros, pasando el Premio Michelena, que fue creado por la Gobernación de Carabobo,  a ser concedido por la Alcaldía de Valencia, o la de Naguanagua  cuando los gobernadores en ejercicio del PSUV no apoyaron la confrontación, o el Premio “Andrés Pérez Mujica”, que fue creado por el Concejo Municipal de Valencia, pasó  a ser concedido también por la Alcaldía de Naguanagua, cuando el Alcalde en ejercicio representaba al  PSUV.  De esta manera,  el ex gobernador  de Carabobo Henrique Fernando Salas Feo, el ex alcalde Julio Castillo y el alcalde Alejandro Feo La Cruz, de Naguanagua, al igual que  el alcalde  Miguel Cochiola, de Valencia, asumieron el compromiso con estas dos máximas recompensas.  Otras afrentas contra el Michelena son  la creación de salones paralelos organizados por la Gobernación peseuvista, o por el Ateneo confiscado, en fechas próximas a los Salones Bienal originales,  tal como el Salón “Octubre Jóven”  y  el Salón de Artes “Nelson Mandela” en el Museo de la Cultura, negándole la otorgación económica de los Premios a los ganadores del Salón original,  para otorgárselos a los premiados en los salones paralelos.

Basta para concluir referirme también a la valiosa colección de arte que ha sido atesorada por el Ateneo de Valencia durante muchos años y guardada con esmero por las sucesivas directivas, producto de los Premios “Arturo Michelena” y “Andrés Pérez Mujica” que, como bien sabemos, deben quedar en posesión de la institución y,   por ende,  de esta ciudad,  así como también el cuadro “Primavera” del artista francés Alfred Manessier, quien fue premiado en el Salón Internacional de Arte en la fecha cuatricentenaria de Valencia, al igual que algunas otras adquisiciones o donaciones,  para lo cual se construyeron los pisos adicionales y el depósito de obras de arte al que me referí en líneas anteriores.  Pedimos verlas exhibidas, suponiendo de buena fe que están en óptimo estado de conservación.  Representan ellas la valiosa colección de arte del s. XX y en lo adelante del XXI,  en la que están representados los máximos artistas plásticos de nuestro país y de nuestra ciudad. Poner en circulación de nuevo la biblioteca “Dr. Enrique Tejera”,  adscrita a la red de Bibliotecas Públicas del estado Carabobo, para promover y estimular el hábito de la lectura dentro de la comunidad.  Continuar también con la Bienal de Literatura “José Rafael Pocaterra”, en su doble versión de Prosa y Poesía, programa insigne creado en el año 1955 con el fin de estimular la creación literaria en nuestro país y de rendir tributo a la memoria de este gran escritor carabobeño, con el patrocinio del Ejecutivo del Estado Carabobo, la Asamblea Legislativa y el Concejo Municipal de Valencia.  Activar también los recitales musicales y  las presentaciones de teatro en la sala María Luisa Escobar.  Estas y otras actividades a favor de la cultura y de las Bellas Artes queremos volver a mostrar en nuestro ateneo,  una vez que se imponga la sensatez.  Que así sea.

Cora Páez Capriles de Topel
Ex presidenta del Ateneo de Valencia

Valencia, 24 de Febrero de 2016 

Discurso pronunciado en el Paraninfo de la Universidad de Carabobo, como Oradora  de Orden en la celebración de los 80 años del Ateneo de Valencia. 

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